En un escenario marcado por los efectos del cambio climático y una merma en la producción de uva, Chile logró aumentar sus exportaciones de vino durante 2024, demostrando la resiliencia y capacidad de adaptación de la industria vitivinícola nacional. Así lo reportó el medio especializado Vinetur, destacando que, a pesar de una caída del 14,5% en la producción de vino respecto al año anterior, los envíos al exterior crecieron un 3,1% en volumen y un 5,8% en valor.
Este fenómeno responde a varios factores: una mejor estrategia de comercialización internacional, un enfoque en vinos con mayor valor agregado, y la diversificación de mercados, especialmente en Asia y América del Norte. Según cifras entregadas por Vinos de Chile, el principal gremio del sector, se observa también una consolidación de los vinos premium como producto de exportación.
Impacto del clima y adaptaciones del sector
La baja en la producción ha estado vinculada principalmente a condiciones meteorológicas adversas: sequías prolongadas, olas de calor y heladas fuera de temporada que han afectado a varias regiones vitivinícolas, desde el Maule hasta el Itata. Esta situación ha empujado a muchas viñas a adoptar técnicas de manejo hídrico más eficientes, reconversión de variedades y uso de tecnología para anticiparse a riesgos climáticos.
A pesar de este desafío productivo, la imagen del vino chileno en el exterior sigue fortaleciéndose. El país es hoy el cuarto exportador mundial de vino, y mercados como China, Japón, Canadá y Estados Unidos siguen siendo clave para el posicionamiento internacional.
Una industria que se reinventa
El alza en el valor exportado refleja una transición del modelo de volumen al modelo de valor, con vinos que no solo compiten por precio, sino por calidad, origen, sostenibilidad y narrativas más elaboradas. Esto ha impulsado también una mayor demanda por vinos orgánicos, biodinámicos y de baja intervención, alineados con las nuevas tendencias de consumo global.
Aunque la cosecha fue menor, el 2024 ha dejado en evidencia que la industria vitivinícola chilena está en un proceso de reinvención estratégica, donde la innovación, la adaptabilidad y la apuesta por el valor son claves para mantener su protagonismo global.
Fuente principal: Vinetur – Chile exporta más vino en 2024 a pesar de una producción en fuerte descenso