El 3 de diciembre abrió en el quinto piso de MUT, Mercado Urbano Tobalaba, The Loft, una nueva barra cuya carta lleva la firma de Miguel Ángel Millán, elegido Mejor Sommelier del Mundo 2023 por World’s 50 Best Sommeliers y actual sommelier de EMI, restaurante madrileño que recibió su primera estrella Michelin a solo cuatro meses de su apertura. Su paso por Chile, marcado por catas, encuentros y asesorías, volvió a poner sobre la mesa una pregunta clave: ¿qué tipo de vino buscan realmente los consumidores de hoy?
La entrevista publicada por DF MAS revela la mirada de uno de los profesionales más influyentes del mundo del vino y deja pistas sobre cómo evoluciona el gusto global.
Un sommelier que no cree en los vinos “favoritos”
Millán evita hablar de vinos predilectos. “Depende del momento”, comenta. Para él, los contextos (una conversación, la comida, la temperatura o incluso el ánimo), definen qué vinos destacan.
Este enfoque se conecta directamente con cómo él diseña cartas: diversas, flexibles y pensadas para quienes buscan experiencias personalizadas, más que etiquetas de prestigio.
Tendencias claras: menos madera, más identidad
Uno de los puntos más interesantes del análisis de Millán es su lectura sobre el consumo actual:
- Los consumidores están cada vez más interesados en vinos con menos intervención.
- Buscan botellas que expresen identidad territorial, acidez equilibrada y pureza de fruta.
- Crece la fascinación por vinos con características únicas, como los que provienen de climas extremos o terroirs poco explorados.
Este patrón coincide con lo que Chile ha comenzado a mostrar: proyectos en Itata, Maule, Malleco o zonas costeras donde la frescura supera a la potencia y donde pequeñas bodegas han ganado protagonismo gracias a propuestas más honestas y directas.
Tendencias claras: menos madera, más identidad
Uno de los puntos más interesantes del análisis de Millán es su lectura sobre el consumo actual:
- Los consumidores están cada vez más interesados en vinos con menos intervención.
- Buscan botellas que expresen identidad territorial, acidez equilibrada y pureza de fruta.
- Crece la fascinación por vinos con características únicas, como los que provienen de climas extremos o terroirs poco explorados.
Este patrón coincide con lo que Chile ha comenzado a mostrar: proyectos en Itata, Maule, Malleco o zonas costeras donde la frescura supera a la potencia y donde pequeñas bodegas han ganado protagonismo gracias a propuestas más honestas y directas.
La carta de The Loft: una ventana al paladar global
La carta curada por Millán en The Loft supera las 80 etiquetas internacionales y nacionales, con precios entre los $40.000 y $200.000. La propuesta incluye:
- Íconos históricos como Vega Sicilia o Domaine Leflaive
- Etiquetas consagradas como Sassicaia o Opus One
- Proyectos jóvenes y disruptivos, alineados con las nuevas tendencias del mercado
Millán destaca que Chile vive un buen momento para experimentar: hay consumidores curiosos, bares con personalidad y un público más educado que antes.
Una mirada al futuro: vinos más sinceros, espacios más íntimos
Millán sostiene que una de las mayores transformaciones del vino actual tiene que ver con el espacio de consumo. Los bares de vinos boutique, las cartas pequeñas y los lugares que apuestan por la identidad —como The Loft— responden a un consumidor que quiere:
- descubrir
- conversar
- sorprenderse
- conocer la historia detrás de cada copa
“Lo que se espera de un servicio hoy es que sea personal, que conecte y que emocione”, plantea.
